Millonarios 1 Fluminense 2. Una vez más la falta de jerarquía le pasó factura al Embajador.
Noche de fútbol en Bogotá y casa llena en El Campín. Desde el inicio Millonarios trató de imponer condiciones y fue hacia adelante con el fin de usar la altura a su favor. Esta estrategia rendiría sus frutos rápidamente y lograría el primer gol del partido. Tiro de esquina de Fluminense, Montero atrapa y velozmente saca largo para Silva, Macka ganó arriba y tocó para Ruiz, cuando parecía que la jugada se acababa Ruiz alcanzó a tocar para Sosa que le ganó al defensa y sacó un potente remate cruzado para vencer al golero brasilero. 1-0 muy temprano que ilusionaba a la hinchada Albiazul. Sin embargo, todo se vendría abajo por una irresponsabilidad del autor del gol. Macka filtró pase para el venezolano, que tras disputar con el defensa golpeo al rival con su mano en la cara, esto hizo que el juez le sacara la segunda tarjeta amarilla de la noche y lo mandara a las duchas. Tras esto, toda la estantería de Gamero se fue al piso y se convirtió en un solo de Fluminense que tenía todo el campo a sus anchas. Con un 4-4-1 el local tuvo que aguantar y solo veía como el rival recuperaba el balón al poco tiempo de perderlo. El equipo no volvió a salir y solo despejaba y marcaba atrás. Todo el dominio era del visitante, pero sin una sola llegada clara, pero tanto fue adelante Flu que a los 43’ iba a encontrar el empate. Saque de banda que Llinás no pudo despejar bien, Iago tomó el rebote y disparó desde fuera del área, floja respuesta de Montero que dejó el balón cerca y tras una serie de rebotes el esférico le quedó casi que en la línea al defensor Braz que solo tuvo que empujarla. 1-1 que apagó a los hinchas que seguían alentando tras la expulsión.
Para la segunda etapa Gamero tenía que salir a buscar una ventaja de cara al partido de vuelta. Sin embargo, Fluminense de salida tuvo el segundo pero esta vez Montero sí respondió de gran forma. Tras este ataque el Albiazul fue al frente y una conexión entre Silva y Ruiz terminaría con un penalti luego de que Iago bajara al mismo Ruiz. Mackalister se paró al frente del balón, pero su disparo fue tan anunciado y suave que el portero Fabio lo tapó fácilmente. Tras este otro mazazo el equipo nunca se recuperó, intentó sí, pero más con ganas, principalmente Ruiz y Vega, que con fútbol. Errar el penal terminó por desaparecer a Silva que no pesó en toda la noche. Y tanto se desprotegió Millonarios que el equipo brasilero encontró su segundo gol en una contra letal. Larry Vásquez entregó mal en salida, Martinelli filtró para Luis Henrique que entró solo al área y pasó para un solo Germán Cano, que como de costumbre contra Millonarios, anotó el definitivo 1-2. Tras esto no hubo para más y con cambios tardíos y sin brújula en el juego, el conjunto brasilero fue quien estuvo más cerca del gol a punta de contragolpes a una defensa ya entregada. Final del partido y dolorosa derrota para el Embajador.
Tras un fantástico comienzo, la inexperiencia y falta de malicia Sosa se dejó sacar del partido por Felipe Melo y terminó expulsado en un partido que pudo ser épico para Millonarios. Tras esto se pueden hacer pocos análisis. El equipo soportó lo que pudo y se cerró bien, pero en la primera clara de Fluminense Montero regaló el balón y el empate. Para la segunda etapa el Embajador salió con otro juego y fue al frente. Milagrosamente encontró el penal y, una vez más, lo desperdició en un momento clave. No se entiende por qué Herazo no lo cobró. Tras esto se notó el golpe del fallo y Fluminense sacó su jerarquía y manejó el resto del encuentro, se puede decir que fue mucho premio para un equipo que no generó tanto peligro a pesar del hombre de más, pero supo cuando pegar y no perdonó las que tuvo. Ahora solo queda trabajar para ganar contra Tuluá el sábado e ir con el cuchillo entre los dientes a Rio de Janeiro a tratar de hacer la épica, eso sí dejando la inocencia y falta de pegada de este partido.
Por: Cristian Molina T. @CristianMolina_