Bucaramanga 2 Millonarios 1. Un equipo sin alma se despidió con derrota del torneo

No había pasado ni un minuto cuando el local ya anotó el primer gol del partido. Pérdida de balón de Silva en salida, dejando al equipo jugado. Dayro tocó hacía atrás para Sherman, quien llegó de atrás y acomodó su remate a la base del palo, floja respuesta de Montero y gol bumangues. El equipo sintió el golpe y jugaba lento e inseguro atrás. Los volantes no aparecían y arriba poco hacia Jader Valencia. Por su parte el local copó la zona media y comenzó a aprovechar los errores del equipo. Montero estaba inseguro y por poco regala el segundo gol. Sin embargo una luz en el camino se apareció y Millonarios encontró el empate. Salida se atrás, Jader luchó arriba, el balón le quedó a Larry que con gran visión habilitó a Gómez. El juvenil entró al área e intentó el pase a Valencia, el defenso cerró, pero el balón le quedó a Gómez quien no dudo en rematar fuerte. Golazo y empate para un Embajador que casi no había llegado al arco rival. Pese al empate la actitud del equipo no cambio. Y su ímpetu se fue diluyendo. Bucaramanga se fue el ataque y terminó logrando el segundo gol. Al 32 mal rechazo de Llinás, después de una serie de rebotes Jader tocó hacía atrás habilitando a un solitario Dayro que de pirueta sorprendió a Montero que vio como su portería cayó por segunda vez. Con una triste presentación terminó la primera etapa.

El segundo tiempo fue calcado al primero. Un equipo sin alma. Los volantes creativos nunca aparecieron y el único que no paró de intentarlo fue Gómez. Silva y Ruiz se perdieron y el equipo no creaba opciones arriba. Abadia y Cortés ingresaron al 60 y 66 respectivamente. Con los cambios el equipo cambió un poco y comenzó a lograr más de 3 pases seguidos. Al 70 Bertel ingresó por izquierda y sacó un fuerte latigazo que se estrelló en el vertical. Al 73 Gómez centró para Macka, el balón quedó flotando en el área chica y Abadía remató una vez más al palo. Con esto se fueron las ilusiones de un empate. Solo quedaba resignarse y ver como el tiempo pasaba y se morían las ganas de una victoria. Al 93 el juez pitó y sentenció el último partido de Millonarios en el semestre.

Triste presentación de un equipo que ilusionó a sus hinchas y terminó arrastrándose en Bucaramanga. Lo que fue buen fútbol en el todos contra todos, terminó en unos juveniles corriendo detrás del balón sin ninguna idea clara. Los experimentados no aparecieron y la falta de gol condenó una vez más al equipo. Ahora todo queda en manos de los directivos y en le entereza del técnico pidiendo jugadores de verdad porque solo le queda un semestre de gabela, un semestre de todo o nada. La gloria o el fracaso en el equipo más grande de país.

Por: Cristian Molina T. @CristianMolina_

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