Muchas ganas y poco orden

Nadie puede acusar a Millonarios de falta de actitud en su enfrentamiento ante Atlético Nacional que terminó en empate 1-1 en la noche del sábado en el Estadio El Campín. Sin embargo, varios elementos que han caracterizado al equipo durante este aún incipiente semestre estuvieron ausentes, sobre todo el orden táctico que el profesor Jorge Luis Pinto ha impartido a sus jugadores a ambos lados de la cancha.

Por el contrario, lo que se vio en gran parte del encuentro fue un equipo que cayó presa del afán y que no podía mantener la calma suficiente para capitalizar las oportunidades que, ciertamente, ofreció el conjunto Verdolaga cuando abría espacios.

«Fue un partido de mucha exigencia y entrega”, expresó Pinto en sus declaraciones posteriores al encuentro. “Iniciamos con mucho vértigo y el rival más calmado nos supo robar la pelota”.

A la defensiva, parecía que Millonarios no lograba cerrar suficiente en las marcas. Nacional pudo aprovechar y estuvo más estructurado en su ataque (de hecho, el club paisa muestra 91% de efectividad en sus pases, contra 82% de Millonarios). Por parte de los azules, si bien contaba con elementos para tomar la iniciativa, no conseguía armar una ofensiva precisa.

Santiago Montoya, a la hora de crear, se veía impreciso y volvió a mostrar la individualidad que ralentizaba el ataque embajador en sus primeras incursiones del actual torneo. Fue un partido de retroceso para Eliser Quiñones. Otra vez sus ganas de hacer un partido veloz lo hicieron incursionar en excesos. Tan difícil era manejar el ritmo para Millonarios que terminaron con 6 fueras de juego, pitados en momentos cuando parecía que la mesa estaba servida para hacer goles en el clásico sabatino.

Un elemento que “rompió” el libreto de los azules fue la caída y posterior egreso de la cancha de Juan David Pérez. Hay que desear que la lesión de Pérez, referente del ataque albiazul, no le deje mucho tiempo fuera de acción.

“Estamos en una tarea importante, que los creativos surtan a Ovelar. De pronto, Ovelar rompía muy rápido y cayó varias veces en el fuera de lugar”, indicó Pinto. El paraguayo fue uno de los mejores del encuentro (y autor del único tanto azul, en el minuto 34 del segundo tiempo). Su entrega en la cancha queda más allá de toda duda. Jhon Duque, de regreso tras sufrir una pubalgia, compensó con ánimo y actitud la necesidad que tiene de retomar el nivel, sobre todo con un Felipe Jaramillo (quien estuvo fuera de acción por su expulsión del partido anterior contra el Deportivo Cali) que muestra desempeño muy alto.

Sin embargo, el Embajador no se rindió. Es destacable el cambio que mostró el equipo cuando Cristian Marrugo ingresó en el minuto 71. El volante, que se crece cuando juega contra Nacional, asumió múltiples roles a su llegada al césped. Pedía el balón, arengaba a los jugadores, marcaba el camino a seguir y aportó mayor claridad en la cancha. No permitió que un Millonarios repleto de intenciones bajara los brazos y le quitara el control del partido a Nacional en esos tramos finales.

Lo más destacado (y con todos los argumentos para el premio al Jugador del Partido) fue lo hecho por Wuilker Fariñez. Su triple atajada en el minuto 86 fue testimonio de la calidad del cancerbero venezolano que desde su llegada ha hecho votos para ser considerado el mejor del Fútbol Profesional Colombiano y reiterar sus credenciales entre la élite de América.

“Fallamos en la presión y el toque de Nacional no lo controlamos”, fue el diagnóstico de Pinto. Si Millonarios desea seguir mostrando la calidad que lo ha llevado a la punta de la tabla, no puede perder la estructura que ha sido la carta de presentación del actual DT ante afición, rivales y expertos. Las ganas y actitud siempre son bienvenidas, pero si cuentan con orden, serán carta de éxito indudable.

Por: Rafael Rojas Cremonesi

@rafaelrojasc

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