Cortados en todos los aspectos
Primero que todo, hay que dejar claro lo siguiente: el partido en el cual Millonarios cayó ante Deportes Tolima 1-2 en El Campín fue complicado y en muchos momentos, no fue un buen espectáculo. Tanto su árbitro como las acciones del guardameta vinotinto Álvaro Montero con su demora en los saques para quemar tiempo de forma prolongada, contribuyeron a cortar la acción a alturas que pusieron a prueba la tolerancia de los asistentes al estadio y del propio Jorge Luis Pinto.
“Me gustaría que le preguntaran al presidente de la comisión arbitral qué opina del ritmo del partido”, expresó el técnico albiazul. “Qué opinan del fútbol que quiere mostrar”.
Ciertamente, fue un encuentro lleno de faltas, con y sin razón. De decisiones cuestionables y permisividad con un guardameta y su club decididos a “gestionar” tiempo como evidente herramienta.
Sin embargo, decir que éstas fueron las razones por las cuales el Embajador sufrió su tercera derrota de la temporada sería erróneo.
Millonarios contó con el 65.3% de la posesión del balón en el encuentro de la noche del miércoles; sin embargo, un mediocampo que no pudo establecer líneas de comunicación (Ni Felipe Jaramillo y menos Santiago Montoya pudieron entregar el balón de forma solvente), junto con la falta de definición se conjugó para evitar la concreción de goles y la toma de ventaja ante el Tolima.
“Puse tres 10, los que generan fútbol y de alguna manera lo hicieron”, indicó Pinto en su comparecencia posterior al cotejo. Imprecisos a ratos, pero no entramos al choque y al pelotazo”.
La cifra de remates es reveladora de lo ocurrido en el encuentro: El equipo azul hizo 10 disparos a puerta con solo un gol, autoría de Fabián González Lasso. El Tolima, por su parte, sumó 4 remates al arco, para dos goles.
Ciertamente, fue un fútbol muy físico el mostrado por el Tolima. Se vio bien el trabajo hecho por el técnico Alberto Gamero a la hora de analizar al Embajador, para así aplicar una fuerte presión sobre todo por el medio y tercio final. La asfixia por parte del vinotinto fue notable, en búsqueda de los contragolpes que les fueron sumamente productivos.
Los tantos del Deportes Tolima, sobre todo el segundo convertido en el minuto 69, poco después del tanto de Lasso, aumentaron la imprecisión dentro del once albiazul. El desespero fue la constante en la búsqueda de un gol mientras el reloj avanzaba implacable. Tampoco ayudaron mucho los cambios hechos por Pinto, que ralentizaron al ataque azul.
Las asignaturas pendientes fueron indicadas por Pinto con precisión insuperable.
“Tenemos que recuperar los jugadores lesionados, tocar de primera y no esperar anticipos”. Ciertamente, Millonarios debe siempre tomar la iniciativa y no dejar espacios.
Cuando se enfrentan a un rival como el del miércoles, que hizo su trabajo con un estilo que puede gustar o no, esto se hace más evidente que nunca.
Por: Rafael Rojas Cremonesi
@rafaelrojasc