Para Millonarios, con amor
Hay toda clase de amores en la vida, existen millones maneras de compañía y enamoramientos. El de nosotros es de los más bonitos que existen y existirán.
Te vi, la primera vez fue un poco raro, era pequeño y no entendía muy bien las cosas, tampoco dimensionaba lo importante que llegarías a ser en mi vida.
Poco a poco comencé a verte más, en mi familia estuvieron de acuerdo con que esa continuidad de vernos aumentara proporcionalmente con los partidos.
He estado contigo cuando has caído, te he visto sufrir, te he visto gozar rebosante de alegría que gota a gota ha mojado a aquellos que estamos perdidamente locos por tus colores, esos que están plasmados en el cielo y cotidianamente nos hacen pensar en ti por obvias razones.
Has ganado contra rojos, verdes, naranjas, escarlatas y demás; has triunfado ante chicos, grandes e históricos; has probado el sabor de las goleadas y asimismo las has sufrido, y a tu lado hemos estado pasando esos sorbos que a veces quisiéramos olvidar.
Aunque no he tenido la oportunidad de hacerlo, me siento orgulloso de todos aquellos que se han bancado kilómetros y kilómetros por solo verte jugar, sin importar el resultado que pudiera darse. Me llena de honra pensar en las ciudades y estadios que tu gente ha copado nacional e internacionalmente.
Seguramente serán todavía más las zonas que se inunden con el mar azul de la capital de Colombia, porque aún hay historia que construir.
Amor de mi vida, has pasado por demasiadas cosas, y te he acompañado junto con muchas personas más. Estoy seguro que en todo lo que nos falta por vivir estaremos también.
Te agradezco hoy, mañana y siempre por alegrar mis semanas, darle color de mis días, por hacerme conocer personas únicas e inigualables que hasta el día de hoy prácticamente son más familia que amigos. Te agradezco mil veces por quemar mi pecho de pasión con tus triunfos, tus goles, tus hitos; y más cuando he estado pasando por duros momentos. Te doy las gracias, Millonarios, por generarme millones de sonrisas cuando el fracaso, el desamor continúo de las personas, las ilusiones se han desboronado a pedazos inmensos, las pérdidas materiales y humanas han tocado a mi puerta. Gracias Millos, gracias Embajador, gracias Azul de mi alma por hacer parte de mi vida y darle el color que nada ni nadie puede lograr, porque sí, solo tú eres capaz de volver días grises y oscuros en horas calurosas y amenas.
Gracias por existir, Club Deportivo Los Millonarios, eres el refugio de muchos, la alegría de cientos, la pasión y el amor de miles.
¡Feliz cumpleaños Albiazul!, qué tu grandeza siga en pie por muchos años y que sean más vueltas al sol amándote.
Por: Santiago Tarazona (@TovarSantiago19)