Ayron Del Alma

Escrito por DARIOTOTO15

Los hinchas azules vimos desfilar por nuestra delantera personajes de la “talla” de Arsenio Benítez y Hernán Boyero. Afortunadamente con nuevas administraciones los nombres fueron cambiando para bien. Fernando Uribe y Dayro Moreno lograron convertirse en goleadores de los torneos que disputaron con la camiseta más linda del mundo.

Seré honesto, cuando me enteré de la llega de un delantero del América al Embajador, pensé que se trataba de Ernesto “el tecla” Farías. Me desilusionó el enterarme que se trataba de su compañero en el ataque escarlata.

No pasó mucho tiempo para que Ayron del Valle comenzara a demostrar que mi percepción estaba completamente equivocada y que había llegado con muchos goles bajo su brazo.

Hasta ahí todo normal. Un jugador que hace bien su trabajo, marca goles, un delantero efectivo.

Pero resulta que este cartagenero es un jugador que te responde todo posible cuestionamiento que se te venga a la cabeza.

Si piensas que no es constante te marca durante ocho fechas consecutivas.

Llegando desde el banco te soluciona un partido.

Como inicialista te desgasta la defensa rival yendo y viniendo una y otra vez.

Cuando crees que su único fuerte son lo goles, se va a la banda y realiza un trabajo táctico, de marca y sacrificio que resulta conmovedor.

Te preguntas si podrá guiarte a un título y consigue dos.

Aparte, resulta, que también desborda, con la facilidad innata de los elegidos para eludir rivales y asistir a sus compañeros.

Entonces crees, porque la historia así te lo demuestra que este tipo de jugadores sueles ser aquellos que no meten la pierna y prefieren evitar los choques. Pero no, no obstante, todo lo anterior este sujeto pareciera luchar cada balón como si estuviese jugando la final de un mundial.

Ayron ya superó a sus predecesores, adornó su historial con títulos y aprecio infinito de la fanaticada albiazul.

Clase, humildad, gambeta, solidaridad, definición y corazón.

La mayoría de encuentro en la vida son fortuitos, pero el destino, caprichoso y divino nos puso a este hombre que nos ha sabido alegrar y seguir vistiendo de gloria.

Ojala no te fueras nunca, Ayron del alma.