¡Cuál es tu tusa!

El buen Wason llegaba, por pedido de don Hernán Torres, después de defender las camisetas de Once Caldas y Santos (precisamente a él lo enfrentamos en 2011 en ese juego memorable en el Palogrande en el que Richard Páez se llevaba la clasificación por penales). Junto a él y su nuevo DT aterrizaban en Bogotá Rafa Robayo y un tal Román Torres. Wason, con pergaminos de goleador y con un título de Libertadores a cuestas, era la respuesta ante la insistencia de los hinchas de nombres de peso para suceder a Santa Fe como campeón del FPC.

Y sólo un semestre le bastó para alojarse en los corredores del museo Embajador, en la retina y el corazón del hincha azul. Vacunando al entonces campeón en los dos clásicos del ‘Todos contra todos’, definiendo con un penal en las postrimerías del segundo tiempo un juego complicado contra su ex equipo Albo y luchando la titular con el goleador Wilberto Cosme y montando una dupla que nos hizo celebrar tantos goles y puntos.

Dos de ellos, sin duda, de los goles que más se gritaron en esta década en el Campín y en el país, contra Gremio de Brasil. No podía ser otro el verdugo del conjunto de Portoalegre que un ex Internacional, precisamente campeón continental con el equipo carioca, al traducir en gol el penal fabricado por ‘La Roca’ Martínez en el tiempo de adición y hacer a los visitantes brasileños lamentarse por su marrullería y golpear al juez central en su impotencia de eliminados. Un tanto y una remontada que nos llevaremos siempre tatuados en el alma.

Con pocos aportes en los cuadrangulares de ese 2012-2 -así como en las campañas siguientes con Millonarios- el chocoano dejaba toda su fuerza y su aporte para la gran final del 16 de diciembre de 2012. Peleó con todos los defensores del ‘Bolillo’ Gómez e incluso convirtió en el arco sur un gol que le fue injustamente anulado al equipo albiazul al minuto 60 y que tal vez habría evitado la traumática definición por penales que tuvimos que vivir. Él, a diferencia de otros tantos jugadores nerviosos ante semejante responsabilidad, precedió a Pedro, ‘Ganiza’, Otálvaro y Delgado marcando el primer penalti de la serie que nos vio gritar «campeón» después de 24 años de decepciones y burlas.

A diferencia de muchos en el estadio, en el Simón Bolívar y en sus hogares, en Bogotá, Colombia y el mundo, Wason Libardo no vio el resto de la definición. Lo recordaré siempre arrodillado, con su cabeza en el suelo, pidiendo con todas sus fuerzas salir con la estrella 14 del Coloso de la 57 y quedar grabado en las páginas doradas de la historia de este Club. Su celebración con la bandera de su Departamento, su risa, su estilo, sus bailes, su personalidad, marcaron la «Wasonmanía» y parte de esa nómina a la que le debemos uno de los semestres más felices de nuestras vidas.

¡Gracias siempre, Wason querido! ¡Cuál es tu tusa!

Tw: @ultrabogotano