¡EL ESTADIO AZUL, UNA HISTORIA QUE INICIÓ EN 1939!
Por @Bogotanoazul
*Adelanto de su libro His70rias Azules
Azul & Blanco en su asamblea de ayer anunciaba con algo de reserva, el proyecto para que Millonarios FC tenga de una vez por todas, su propio estadio para 2025.
El escenario que muchos hinchas han anhelado y que ha sido esquivo en varias oportunidades, podría materializarse de una vez por todas tras 80 años de infructuosos intentos.
El primer antecedente de la construcción de un estadio privado se remonta a mediados de 1939, cuando el Municipal ya transformado en el Deportivo Independiente «Millonarios» propone la construcción de un escenario en su lugar de entrenamiento, en la calle 60 entre carreras 9 y 14, cerca de los terrenos del Hipódromo de La Magdalena, actual barrio Galerias, pero debido a la expansión de la ciudad hacia el norte, se rechazó la idea por parte de la Municipalidad.
Pasarían ocho años para retomar el tema del estadio, Millonarios llevaba un poco más de un año de fundacion oficial como sociedad deportiva y uno de los objetivos del ecuatoriano Mauro Mórtola, era que el club tuviera un escenario propio emulando a los equipos argentinos.
Se propuso capitalizar las arcas del club para llegar a la cifra de medio millón de pesos y así convertirlo en un verdadero club social y deportivo con salón de baile, restaurante, espacios para diferentes disciplinas como patinaje, baloncesto, ping pong, natación, atletismo y ser el pionero en Colombia, en la construcción de un estadio acorde a lo que venía proyectando el club con una capacidad inicial de 10.000 espectadores para una ampliación futura a 30.000 hinchas.
Mórtola anunciaba que se invertiría la suma de $80.000 pesos, (una cantidad considerable en 1947) para adquirir un lote que se pagaría a no menos de cinco años y que ya se habían recibido al menos 10 propuestas de lugares para levantar el estadio. La junta se inclinó por tres lotes muy llamativos ubicados en diferentes sectores como la avenida de Las Américas, otro en las cercanías del Hipódromo de Niza y un lote por el sector de Usaquén. Si bien Millonarios alcanzó a adquirir uno de los tres lotes, jamás pudo avanzar en las obras por diferentes inconvenientes siendo el de mayor notoriedad, el Bogotazo, que cambiaría radicalmente las prioridades del club, pasando al prematuro olvido.
Debieron pasar 42 años, para que a mediados de 1989, con un bicampeonato reciente, participando con éxito en la Copa Libertadores, la ilusión del tricampeonato y con un capital enorme, Millos apuntaba al modelo que habían optado el Alianza Lima y el Barcelona de Guayaquil meses antes, para la construcción de su propio estadio.
Es así como Germán Gómez, presidente del club, se reúne con el uruguayo Walter Lavalleja, gestor de ambos escenarios para llevar a cabo su construcción. Se habló de un estadio para 60.000 espectadores distribuidos entre tribunas, plateas y 600 confortables suites para 9 asistentes dotadas de múltiples comodidades y con derecho a dos parqueaderos. En la asamblea de aquel año seaprobaba el ambicioso proyecto que se vería truncado por la «inesperada muerte» del dueño del equipo. Tras su muerte,no solamente se vino a pique la idea del estadio sino literalmente, toda la institución como tal.
Con la llegada del «Grupo de Notables» a comienzos del 2002, Millonarios tomaba un nuevo aire tras la consecución de su primer título internacional, pero rápidamente, el equipo entraría en un limbo deportivo y económico que llevaría a comienzos del 2003, a aferrarse a la construcción del anhelado estadio propio.
El presidente del club, Guillermo Santos, anunciaba la alianza con el consorcio Gonanco Ltda y Espinosa Fenwarth S.A. para llevar a cabo su construcción definitiva. Millonarios tendría un estadio propio ubicado en el sector de Siberia a las afueras de Bogotá, para 60.000 espectadores y 5000 parqueaderos, contaría con suites y una zona comercial.
Es tal vez, el proyecto que más lejos avanzó, se lograron vender suites y localidades para patrocinar su construcción pero, las finanzas del equipo chocarían con la realidad de un equipo que en 2004 estaría a punto de desaparecer y que debió acogerse a la Ley 550, la ley de quiebra.
Y ahora, con la reestructuración del nuevo Millonarios, dirigenciado por Azul & Blanco desde mediados del 2010 y 16 años después, se anuncia la construcción tal vez definitiva, del estadio embajador.
Gustavo Serpa, representante del máximo accionista del club, anunció en la asamblea de socios del día de ayer, el proyecto del futuro estadio que tendría un costo cercano a los 200 millones de dólares y estaría ubicado por los lados de la Autopista Norte, se habló de un hotel y un centro comercial y de ciertas alianzas corporativas para su construcción que se proyecta este terminado en el año 2025.
Y si bien, hay opiniones encontradas con respecto a llevar a cabo su construcción, sería un hecho fundamental para las futuras finanzas del equipo.