La noche del Búfalo

 

En la noche del jueves, ante una asistencia sumamente aceptable para el horario, se produjo algo que la hinchada de Millonarios ha esperado desde el inicio del semestre. Roberto Ovelar, el delantero paraguayo responsable de los goles que aseguraron el título de Superliga en 2018 (ante Atlético Nacional, nada menos, y en Medellín) y que luego fue objeto de abucheos en medio del aletargado segundo semestre del pasado año, se reencontró con el gol.

Y no fue solo uno: en definitiva, “El Búfalo” marcó un “hat trick” que fue determinante en la victoria azul 4-0 sobre Unión Magdalena.

El triplete es el premio a un esfuerzo innegable por parte del paraguayo, que ha logrado reinventarse en su posición, producto en gran medida del trabajo que ha hecho el técnico Jorge Luis Pinto con su plantel.

“Es importante marcar goles”, dijo Ovelar en zona mixta a Caracol Radio, “pero como siempre digo, no hay que juzgar a los delanteros únicamente por los goles, también por los movimientos y el trabajo en pro del equipo”.

El paraguayo ha sido excepcional en este aspecto. Más que un mero rematador, ha sido distribuidor, se mueve en búsqueda del balón. Muchos dicen que la confianza conferida con el brazalete de capitán ha ayudado mucho en esta nueva etapa de Ovelar, pero ese trabajo técnico y sicológico es evidente en todo el equipo; que ha pasado por entender las aptitudes y cualidades de los jugadores y crear el sistema táctico en base a ellos y no al revés.

El Unión Magdalena, en los pocos momentos que tuvo para demostrar su fútbol, se dejó ver como un equipo peligroso, hábil en la contra y capaz de llegar al tercio final con pocos toques. Sin embargo, la defensa azul fue consistente, al punto de haber sido este el primer encuentro en lo que va de semestre en el cual el “Ciclón” no pudo convertir tanto alguno.

A la zaga, Matías de los Santos hizo un trabajo excepcional, además de Alex Rambal, quien se mostró sumamente solvente a la hora de contener al Unión.

La superioridad del Embajador fue evidente, con 18 disparos por parte de los albiazules contra 6 del Unión; producto de esa labor que se sigue haciendo desde el banquillo. Es innegable que el nivel de jugadores como Santiago Montoya y hasta Eliser Quiñones va en crecimiento. “El Mago” se muestra cada vez mejor en la creación y búsqueda de espacios. Quiñones se muestra más tranquilo, con menos impaciencia e individualismo. Capítulo aparte merece Juan David Pérez, responsable del cuarto tanto de la noche con un tiro libre en el minuto 68.

Si hay algo que mencionar como asignaturas pendientes es que Christian Marrugo mejore su desempeño, pero la forma cauta en la cual lo está llevando Pinto es comprensible, entendiendo que viene recuperándose de una lesión y seguramente seguirá sumando minutos a medida que transcurra el tiempo.

Fue un partido que dejó satisfecha a la hinchada albiazul, quizás el más ordenado y completo que ha jugado Millonarios en un buen tiempo. Con contundencia, pegada, defensiva solvente y recuperación, prácticamente asfixiando a su oponente. Es una buena forma de afrontar lo que serán duras pruebas, ante Deportivo Cali en Palmaseca y Nacional en El Campín.

Si bien aún falta mucho y es seguro que algún altibajo se va a experimentar de forma inevitable, el fútbol que juega Millonarios da motivos para la ilusión.

Y, por qué no, para la redención.

Por: Rafael Rojas Cremonesi
@rafaelrojasc

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