La proeza del “Chamo biónico”
Los 31.531 espectadores que asistieron el pasado sábado al Estadio Nemesio Camacho “El Campín” para presenciar otra edición del Clásico entre Millonarios y Atlético Nacional vieron algo más que un milagro.
En el minuto 41 del segundo tiempo, tres remates del equipo verdolaga, de Sebastián Gómez, Aldo Ramírez y Brayan Rovira, respectivamente, fueron contenidos por Wuilker Fariñez, sin detenerse ni perder la compostura en la acción.
Literalmente, fue Fariñez quien selló el empate entre Embajadores y Verdolagas, llevándose así la distinción como Jugador del Partido.
No era para menos. Su acción se hizo inmediatamente viral. El video fue replicado por hinchas, comentaristas de diversas cadenas y hasta se hizo eco la cuenta oficial de la FIFA en español, calificando de “es pec ta cu lar” (sic) la triple atajada del venezolano.
Fariñez asumió lo ocurrido con la humildad que lo ha caracterizado desde su llegada a Millonarios.
“Los clásicos se juegan así, la intensidad debe ser al máximo y prefiero agradecer a los compañeros por su entrega”, fueron las palabras dichas por el caraqueño en zona mixta.
“La situación del partido lo valía, gracias a Dios pude estar en el momento preciso”.
Fariñez es discreto, casi susurra a la hora de hablar. Quizás el hecho que aún cuenta con 21 años lo hace así. Mide bien todas las palabras que dice a los periodistas y prefiere que sea su trabajo en la cancha el que hable por él.
Y así lo ha hecho, con alto volumen. Los hinchas Embajadores se han deleitado, jornada tras jornada, con las impresionantes atajadas de un guardameta que con 1,75 metros de estatura es considerado pequeño para los estándares de su posición. Sin embargo, su lectura del partido, sentido de la posición que debe asumir y arrojo compensa con creces lo que en principio es una carencia.
¿Acaso hay espacio para debatir que Fariñez es el mejor arquero del Fútbol Profesional Colombiano? Cuesta creerlo. Admito, en lo personal, que mi condición de venezolano me hace restar objetividad; aunque, independientemente de esta discusión, es innegable que es el cancerbero con mayor proyección y potencial de los que juegan en el balompié de este país.
Fariñez ha ganado mucho más que contextura física desde su llegada a Colombia. Ha crecido en madurez, en solvencia en su posición y vale decir que apenas está iniciando lo que, salud mediante, será una carrera sumamente provechosa.
La triple atajada del sábado fue una jugada digna de “entregar a amigos y familiares”, según expresó el técnico Jorge Luis Pinto. Es triste pensar que esa divulgación de su jugada en su país natal se dificulta ante la situación extrema que confronta, con más de 80 horas interrumpidas sin fluido eléctrico. Justamente figuras como la de Fariñez son las que dan esperanzas y algo positivo, un bálsamo para sus compatriotas que vivimos un momento tan complicado, sin importar si estamos dentro o fuera del país.
Por eso, creo sentirme sumamente afortunado de formar parte de esas 31.531 almas que vimos una jugada difícil de repetir. Será uno de los recuerdos más bonitos que tendré de esta aventura que emprendí al llegar a esta ciudad.
Y me emociona estar seguro de que habrá mucho más que ver por parte del chamo biónico Embajador.
Por: Rafael Rojas Cremonesi