Millonarios 2 América 1. La falta de jerarquía privó al Albiazul de una nueva final

Emerson Rodríguez fue la única novedad de un equipo que saltó a la cancha de El Campín en busca del milagro. Los titulares fueron Ruiz; Perlaza; Llinás, Vargas, Bertel; Emerson, Vega, Giraldo, Ruiz; Silva, Uribe.

Un estadio totalmente azul se llenó y la ilusión de la hinchada estaba aún intacta. Millonarios comenzó con mucho ímpetu y salió a arrollar al visitante. Por todos los flancos buscaba penetrar la defensa escarlara y marcar rápidamente. A los 16 Uribe fue derribado entrando al área, pero el tiro libre pasaría por arriba del arco. Minuto 20 Ruiz filtra un balón para Emerson y este trató de habilitarse, el defensa lo tocó y el extremo cayó. El árbitro pitó de inmediato pena máxima. El VAR lo llamó y tras ver las imágenes ratificó su decisión. El goleador Uribe se paró en frente del balón y disparó a media altura y sin fuerza, Novoa voló y sacó el remate al tiro de esquina, pero el VAR hizo repetir del tiro por adelantamiento del portero. Cambio de cobrador, pero mismo desenlace. Ruiz al cobro y pateó igual que Uribe solo que cambiando el palo. Tras errar los dos cobros el equipo se vino a abajo y se le notaron los nervios. Finalmente Uribe salió lesionado y entró en su lugar Jader Valencia. La noche se puso más tensionante al conocer que Tolima perdía 0-2. El equipo tuvo tramos de buen fútbol, pero siempre se estrelló con la figura de la noche, Diego Novoa. Mackalister, Jader, Emerson y Ruiz tuvieron el gol, pero siempre el portero visitante sacó sus remates y ahogó el grito de gol. Pitazo y final del primer tiempo.

Con solo 45 minutos y a dos goles de la final, Millonarios salió a matar o morir. Intentaba por todos lados, pero la falta de cabeza fría comenzó a aparecer con el paso de los minutos. América daba espacios y no era peligroso arriba, pero el equipo no encontraba la forma de llegar al arco rival. Al 63 ingresaron Márquez y Gómez para tratar de hacer el milagro y poder clasificar a la final. Sin embargo, las opciones no llegaban y el desespero comenzó a a apoderarse del cuadro Embajador. Uno de los puntos bajos del equipo fue Ruiz que fue reemplazado por Mojica al 69. Con solo 15 minutos en el reloj se le vino la noche al equipo. Primero se enteró del descuento del Tolima en Ibagué y segundos más tarde el VAR llamaría al árbitro para ver una mano de Bertel en el área. Absurdo penal que Ramos cambiaría por gol. El gol terminó de sepultar la esperanza Albiazul. Paradójicamente al enterarse del empate del Tolima, y de la confirmación de la eliminación, el equipo se soltó un poco y comenzó a llegar más al arco rival. Minuto 86 y Márquez fue halado de la camiseta en el área, el VAR alertó al juez y este decretó penal. Mackalister tomó el balón y empató el partido. Millonarios siguió al frente y luego de una serie de remates el caballo ‘Marquez’ disparó fuerte y concretó el 2-1 final. 96 minutos después Millonarios se despidió de su hinchada con una inservible victoria.

Independientemente del resultado del encuentro, el cuadro capitalino perdió la clasificación en los partidos anteriores. Algunos puntos bajos en la etapa decisiva condenaron a Millonarios. La inseguridad en la puerta, las desconcentraciones defensivas, la falta de definición y los penales errados fueron la crónica de una nuerte anunciada. Pese a todo esto, el equipo estuvo a dos goles de clasificar, pero la falta de fútbol y cabeza fría tras errar los penales nublaron lo que podía ser una victoria tranquila. Rescatar la victoria para la hinchada que nunca abandonó y no se fue tan triste del estadio bogotano. Ahora llega la etapa de sacar evaluaciones individuales y pensar en el cómo se refuerza el equipo de cara a la Copa Libertadores. Tratar de no desarmar mucho la nómina y potenciarlo en los puestos claves. El camino de Gamero es el necesario para lograr títulos, pero en el 2022 es una obligación dejar de estar cerca de ganar y convertirlo en una realidad.

Por: Cristian Molina Torres.

@CristianMolina_

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