Millonarios no llevó su fútbol a Ipiales
No hay forma de darle rodeos: la derrota de Millonarios 1-0 ante el Deportivo Pasto en Ipiales fue la primera del conjunto Albiazul luego de siete fechas consecutivas sin perder y a simple vista, la peor presentación para los Embajadores en este semestre.
“No fue un gran partido de Millonarios, tuvimos múltiples errores, especialmente en el criterio con la pelota”, dijo el técnico Jorge Luis Pinto, visiblemente molesto por la actuación de sus pupilos y sin excusarlos por lo visto en la tarde del sábado.
Una de las características del juego Albiazul en estos tiempos estuvo totalmente ausente: la toma de iniciativas y buscar el control del balón, a pesar de jugar como visitantes. Un Pasto atrevido e incisivo demostró con argumentos por qué está en insurgencia en el escenario de la Liga Águila, atacando y sin ceder espacios.
Mientras tanto, durante prácticamente todo el partido, los azules no lograron hacer conexión entre su mediocampo y defensa, con pases erráticos e inefectivos que fueron combustible para unos volcánicos que no dejaban de incursionar cerca del arco contrario (de hecho, la tabla estadística muestra 48 pases incorrectos para Millonarios contra 32 del Pasto). En varias ocasiones, Ramiro Sánchez tuvo que intervenir para evitar mayores daños. El conjunto nariñense totalizó 8 remates contra 3 de los bogotanos.
“Quiero un fútbol ofensivo y que vaya para el frente, que busque; independientemente si nos marcan o no”, dijo Pinto en su comparecencia posterior al encuentro. Eso fue en definitiva el gran factor ausente durante el compromiso más desanimado de su plantel en este torneo.
Ni Santiago Montoya ni Cristian Marrugo fueron capaces de generar mayor fútbol, mientras que la descoordinación táctica se hizo presente, algo que seguramente causó el enfado de un Pinto conocido por imponer orden y estructura en sus dirigidos. A la defensiva, el letargo era la característica, sin poder siquiera intentar contrarrestar la velocidad de la oncena de casa.
“Por encima de todo, nos faltó fútbol. Nos faltó proponer nosotros, generar más, eso nos faltó”, sentenció Pinto.
Difícilmente se puede agregar más, especialmente ante el dominio evidente del Pasto en sus jugadas, buscando sin descanso hasta que en el minuto 76, Andrey Estupiñan logró hacer el tanto que sentenció el partido.
Fue a partir de allí que Millonarios pareció finalmente escuchar la alarma e intentar reaccionar, pero simplemente ya era demasiado tarde. La desesperación conllevó a un desorden que fue ampliamente aprovechado por sus rivales.
No cabe dudas: para Millonarios es un partido para archivar y errores por doquier para evitar y aprender de ellos. Y más vale que la lección sea asimilada rápidamente: el jueves hay que enfrentarse a un histórico oponente en un Clásico el cual no conoce de posiciones en la pizarra ni rachas previas.
Por: Rafael Rojas Cremonesi